Por José de Guardia de Ponté
El edificio de la antigua casa de Gobierno se proyectó en el año 1889 durante el gobierno del Dr. Martín Gabriel Güemes, quien fue autorizado por la Legislatura a vender el edificio del Cabildo, destinándose los fondos para edificar el Palacio de Gobierno y Legislativo, hecho que se convirtió en un punto de inflexión como símbolo del pasado colonial y la imagen de un futuro hacia el progreso.
Los planos fueron confeccionados por el Departamento Topográfico, a cargo del Ing. Miguel A. Aráoz y su construcción comenzó bajo la dirección de Francisco Riguetti, en 1892. Durante el gobierno del Dr. Pedro J. Frías le fue cancelado el contrato, otorgando al Ing. Vicente Arquetti la continuidad de la obra. La edificación prosiguió en los gobiernos del Dr. Adolfo Martínez; Sixto Aguilera; Dr. Delfín Leguizamón y durante el gobierno de don Pío Uriburu se concluyó la parte norte.
Será el gobernador Dn. Angel Zerda, en 1902, quién en su mensaje a las Honorables Cámaras Legislativas, comunica que a costa de grandes esfuerzos ha podido terminarse el Palacio de Gobierno bajo la Dirección del Ing. Fernando Solá, Jefe del Departamento Topográfico.
Los trabajos en madera fueron realizados por Palermo Hnos. y los de hierro por Gassani y Botelli.
La ornamentación exterior tiene como motivo central el antiguo escudo de la Provincia, que se repite en el interior del recinto principal, en las rejas de los balcones y de las escaleras. La vista en planta nos permite visualizar un patio cuadrado central y los laterales menores con galerías abiertas en planta baja, que conectan las diversas dependencias.
La primera denominación que recibió el edificio de la legislatura provincial fue "Casa de los Leones", ya que en la entrada principal se mantienen dos majestuosos cuerpos de bronce en forma de leonas aladas (gárgolas), en la actualidad símbolo de la Cámara de Diputados.
En su parte superior hay 22 cabezas de león, de los cuales 6 están ubicados mirando al norte, otros 6 hacia el sur y 9 se encuentran distribuidos en el coronamiento de la parte frontal.
En 1960 se remodeló el edifico y se construyó un suntuoso recinto de sesiones que hoy es el orgullo de todos los salteños. En el estrado de madera de fino cedro, en su parte central se puede observar una imagen tallada del General Martín Miguel de Güemes y en ambos costados, representaciones de las principales riquezas de la provincia de Salta: la industria azucarera, la ganadería, la minería, la agricultura y la maderera.
La fachada está compuesta por tres grandes arcos y sobre ellos, los frisos que representan a la Ciencia en el centro; la Justicia hacia la derecha y el Trabajo hacia la izquierda, consignas fundamentales de la masonería.
La construcción se encuentra ceñida por un juego de elementos decorativos que ofician de cadena. Un poco antes de la cornisa, se aprecian hachas de doble filo, frutos, flores, ramos y mazorcas de maíz. Arriba de los dinteles de las ventanas del ala Norte, están representadas en frisos: la tierra, el agua y el aire, el saber antiguo. En el ala Sur, las imágenes son del fuego, el carnaval, la primavera y la música, que representan América. En la esquina Sudeste la fecha de inauguración: 1901.
El edificio ocupa un tercio de la manzana comprendida por las calles Bartolomé Mitre al Oeste; Facundo de Zuviría al Este; Bernardino Rivadavia al Norte y Juan Martín Leguizamón al Sur.
La fachada del Palacio de la Legislatura mira a la plaza Güemes, la que en su centro tiene un gran mástil enmarcado por cuatro fases teniendo en cada cara un pergamino con el escudo de Salta, y en sus vértices cuatro As de Varas, símbolo de la república.
Entre el mástil de la plaza y la Legislatura, la estatua del fundador de la ciudad, Dn. Hernando de Lerma.